viernes, 10 de septiembre de 2010

Llegando a la Universidad (parte 1)

Con esta nota comenzamos una serie de publicaciones donde egresados de la EMMB, estudiantes algunos, profesionales otros, insertados en el mercado laboral muchos; nos contarán sus experiencias y vivencias luego de su paso por la escuela.


Nehuén Paulucci
Estudiante de Periodismo
Universidad de La Plata



La Universidad no es un sueño inalcanzable, no es un lugar al que se le debe tener miedo, al contrario, uno va allí porque quiere terminar siendo un profesional, quizás. Todo un desafío personal, y se vuelve mucho mas interesante cuando lo que estudias es lo que querés.
Al principio todo es muy lindo, por la libertad de la que disponés, ya no usas guardapolvo, ya nadie te exige cortarte el pelo, si tenés suerte vas a vivir solo o con algún amigo, o viajarás todos los días; no tenés horarios para acostarte a dormir, te independizas, tus viejos ya no te insisten como en el primario o en el secundario para que hagas los deberes, ya los hacés por cuenta propia y cuando querés.
A muchos les tocará trabajar para poder ayudar a solventar los gastos de la universidad y todo lo que ello implica (viajes, libros, etc.). De todas formas nada es imposible, de esta manera podríamos decir que se aprende a crecer.
La universidad se divide por facultades, y si lo que estudiás en esa facultad te gusta o es lo que vos realmente querés, es mucho mejor que el colegio, ya no vas a ver algo que no te guste, por lo general te gustan la mayoría de las materias, si bien es cierto que hay materias obligatorias densas, pero de ellas también se aprende y mucho.
Tener la posibilidad de estudiar es una de las cosas mas importantes que te pueden llegar a pasar en la vida, no solo por el título que puedas llegar a tener, sino por los valores que en ella aprendes, el respeto -fundamental-, el compañerismo, el trabajo en equipo, la amistad, la sinceridad, la responsabilidad por sobre toda las cosas, y muchas otras que te van marcando desde el primer día.
Ya no es lo mismo que en la escuela, para nada igual, yo creí que me iba a resultar muy difícil estudiar, pensé que no iba a entender nada, pero no, la verdad que ahora me doy cuenta que en el colegio aprendés si querés, hay cosas muy interesantes a las que no les damos la importancia que se merecen.
En la escuela estamos en la edad del pavo, y es normal, no te asustes, y esto lo digo no porque era muy estudioso, dicho sea de paso he repetido un año, lo cual me ayudó a mejorar, por lo tanto recuerdo un poco más.
Hoy la Universidad pública me da todas las herramientas para poder seguir creciendo, ya los profesores no te acompañan como en el colegio, te independizás totalmente, salís a pelearla por tus propios medios y eso te fortalece en muchos aspectos, tu reloj biológico se pone al día, ya nadie te despierte a las 7 de la mañana.

2 comentarios:

  1. Muy bueno, me gusto mucho. La experiencia propia es la mejor para darnos cuenta de nuestros verdaderos gustos y la clase de destino que nos depara la vida...
    Muy lindas palabras.

    Saludos, Luz Lezano.

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  2. Newin, yo todavía tengo problemas con el reloj biológico :)
    Pero en todo lo demás estamos de acuerdo.

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